Restaurantes: Etxanobe, Bilbao (Parte 2, El menú)

Hace no mucho sacamos una entrada llamada Etxanobe, el restaurante en el que os contamos un poco por encima la experiencia de nuestra visita a la casa de Fernando Canales. Hoy nos vamos a dedicar a poneros los dientes largos con la foto de todos y cada uno de los platos que probamos.

Me encantaría poder explayarme con cada plato, pero al final todas las sensaciones eran más o menos la misma solo que con platos distintos. Un nivel increíble en texturas, sabores y olores, alimentos cuidados hasta la saciedad y reducciones casi imposibles. Resulta complicado mantener un nivel en todo el menú, y ciertamente ellos no lo consiguieron: empezaron con un altísimo nivel, fueron subiendo y alcanzaron un nivel estratosférico. Un placer in crescendo que acaba con un éxtasis de chocolate, habiendo pasado por vegetales, carnes y pescados. Si acaso, hubiera faltado una ensalada. Ni un solo "pero" más.

Os dejamos ya con las fotos y esperamos que las disfruteis...

Sushi con crema de huevo:

Esferificación de salsa de tomate:

Anchoas del país:
Según Fernando Canales, un antes y un después. Y sí, nunca me han gustado las anchoas y de éstas comería más de dos :)

Carpaccio de cigala y vinagreta de bacon ahumado:

Lasaña fría de anchoas en sopa de tomate natural:
Uno de sus platos estrella y más afamados, ¿por qué será?. Quizás, entre otras cosas, por esa sopa de tomate que más que una sopa es un recorrido por la huerta con toda su potencia.

Alcachofas a la crema de huevo:
¿Alcachofas bien hechas y que me gustan? Ojalá la menestra que tenía que comer de pequeño hubiera llevado de estas...

Roast beef de vieras con yogur, miso y pimienta de papaya:

Mollejas y hongos con natillas de foie:
Sabor profundo a carne y hongo, un auténtico placer para los amantes de lo oscuro.

Merluza al azafrán con mejillones:

Canelón de pularda y foie:
Un caldo hiper concentrado e hiper reducido de pularda con recuerdos clarísimos al caldo de pollo de la abuela, pero infinitamente más potente. Un canelón que se deshace, un caldo que podría ser un plato por sí mismo...

El exquisito caldo concentrado de pularda que acompañaba al canelón:
Si no recuerdo mal, Fernando Canales lo definió como "un beso de amor" y muy lejos no queda, no.

Cordero con nube de patata:
Una increíble fantasía de patata que denominan "nube de patata" y que nosotros redefinimos como "ala de hada".

Cuajada con esferificación de mango (falso huevo frito):
Un plato tan tradicional como la cuajada en una presentación tan sumamente perturbadora para un postre como es un falso huevo frito. Jugando con los sentidos, en todos los sentidos de la expresión...

Cremoso de chocolate con aroma de naranja:
Para culminar la cena, el único plato compartido, una delicatessen de chocolate y naranja.

Chupitos (Fermín no va incluído en el menú):
Un chupito de pacharán que parecía hecho de endrinas recién exprimidas por ángeles y otro de pera, únicos y deliciosos.

Galletitas: