martes, 28 de febrero de 2012

Recetas marinas: Chipirones rellenos de mar con besamel


Hacía tiempo que nuestro mapache Cunsi no se ponía a los fogones. Fue este pasado fin de semana cuando nos hicimos con unas cuantas especies marítimas y nos sentamos a ver qué hacía. Y bueno, no es que hiciera una receta espectacular que cambiara el rumbo de la historia, pero sí que hizo una receta muy rica y sencilla. Además, nos dio varios consejos para mejorarla, cosa que no hizo porque nuestro mapache aprendiz no tenía los ingredientes necesarios en la despensa :(



El material usado:


- Sartén



Los ingredientes:


- Chipirones
- Merluza
- Gulas
- Gambas
- Alga wakame (¿Qué es el alga wakame?)
- Surimi
- Ajos
- Aceite
- Besamel



El proceso:


La verdad es que en esta receta no hay mucho proceso que se pueda explicar porque es una receta sencillísima de "echar a freir y sacar al plato". En cualquier caso, os cuento cómo la hizo nuestro mapache especialista en pescados.

Lo primero con lo que se puso fue con una besamel. Hay millones de recetas a lo largo y ancho de los libros e internet, así que no nos centraremos en ello hoy. La besamel, básicamente, servirá de fondo para nuestro plato. Puedes agregarle cosas diferentes de lo que llevaría la salsa original y así hacerla más divertida. Quién sabe, quizás un poco de curry o algo de tabasco. Cunsi optó por una besamel tradicional, a lo cual no le pusimos ninguna pega.

Lo siguiente con lo que se puso fue con las gulas. Ya sabeis, ese triturado de restos de pescado que intenta imitar a las angulas (sólo en forma, obviamente). Cortar unos ajos en finas láminas, freirlas lentamente para que no se quemen en no demasiado aceite, echar las gulas pasado un ratito y remover eventualmente durante no demasiado tiempo para evitar tener crujiente de gulas. Ése es el sencillísimo proceso de hacer unas gulas. Fácil, ¿no?.

Siguiendo con la sencillez de elaboración, Cunsi pasó a freir la merluza y las gambas. Sartén a fuego fuertecito, y todo a darse un salteado aprovechando la sartén de las gulas y el aceite con sabor a ajo. Cunsi lo echó despiezado, para que fuera más salteable y se hiciera todo antes. No lo dejeis mucho, o se os pasará y quedará raro :P

Finalmente, sólo quedaban los chipirones, que junto con calamares, sepias y similares suelen ser muy difíciles de cocinar. No por el hecho de cocinarlos (a la plancha y listo), sino porque tienen un punto tan sumamente afinado, que es extremadamente fácil que se te pasen y te queden gomosos. Cunsi, como buen experto que es, consiguió que quedaran en su punto. ¿Y cómo lo hizo? Vigilándolos muy de cerca, domándolos a fuego fuerte y poco aceite, volteándolos y vigilándolos más de cerca aún. Como comprobareis, los chipirones los pones gigantes y normalmente salen chiquitajos. Si os salen demasiado chiquitajos, os habeis pasado :)

Finalmente, como consejo del chef, quedarían dos toques de buen gusto: un triturado de wakame y un rallado de surimi (el otro puré de restos de pescado).



La finalización:


Para la presentación, se ha optado por una base más o menos gorda de besamel gruesa. Podría optarse por una besamel fina y líquida, pero hemos preferido que fuera espesa (gustos personales :P)

Encima de esa base de besamel, hemos colocado una hilera alta de gulas con ajitos, encima de la cual hemos puesto nuestros chipis abiertos (venían así ya) a modo de cuenco.

En ese cuenco, obviamente, se ha metido la merluza y las gambas. Si tuviéramos el surimi y el wakame, éste sería el momento de utilizarlos y echarlos por encima. Por supuesto, wakame seco no hidratado perfectamente triturado y pasado ligeramente por la sartén para que se tueste un poco :)



Consejos y apuntes finales del chef:


Parece que a este plato, por tradición, costumbre o lo que sea, le hubiera venido bien un ali oli. Podeis probar a echarlo (al pescado le viene fenomenal), o también podeis innovar, y probar a echarle (aprovechando el wakame) nuestro famoso alguioli. Y si no os convence ninguna de las dos opciones, podeis hacer una salsa verde. O una salsa de tomate y mil añadidos. O quizás quizás... una salsa dulce y picante de cebolla y soja.

En cualquier caso, hagais lo que hagais, no desaprovecheis el aceite que haya quedado de todas las frituras, pues tendrá un sabor excelente y le aportará bastante al plato. Y por supuesto, si poneis una ración pequeñita, ya teneis un entrante :)

Como veis, las opciones son infinitas y el único límite que habrá será vuestra imaginación. Probad y contadnos ;)

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